lunes, 29 de abril de 2013

Encuentro del 29 de abril: ¡día de consignas!

Como más de uno tuvo que dar el faltazo hoy aprovechamos para trabajar con varias consignas, grupales, individuales, simpáticas y no tanto.
La primera, de la mano de los surrealistas, para romper el hielo. Consistía en escribir una pregunta, luego pasarle la hoja al compañero que, sin ver lo escrito, debía responder suponiendo lo preguntado y así seguía la ronda hasta completar la hoja. Este primer ejercicio dio estas maravillas como resultado:


Des-interés

¿Cuál es el valor del valor?
Quizá no me interesa
¿Y mañana qué?
Darle lo justo
¿Cuántos hijos tenés?
Sí, vos lo tendrías que saber
¿Regresamos al mismo tiempo?
Voy a pasar por allí cuando me desocupe


Sin destino

¿A qué lugar te gustaría viajar?
En el armario, lo dejé ayer a la noche
¿Cuál es el destino?
Mi única preocupación es la soledad
¿Hace mucho tiempo?
Salimos todos juntos
¿Tenés alguna preocupación?
No, me cansé de explicarte
¿Seguro que no regresan?


Filosofía de vida

¿Qué es el amor?
Regresarlo a su destino
¿Tenés algún amigo imaginario?
Con mi amiga, en la esquina
¿Quiénes son?
No tengo la menor idea
¿Querés seguir con este tema?
Sin dudas
¿No hay solución a este problema?

Vanesa, Orlando y Nélida

Shhh talleristas escrbiendo.

En este link están las consignas y después de hacer la traducción del texto de Cortázar. que es la primera consigna de allí,  pueden ver este simpático video (¡No hagan la trampa de verlo antes porque les quitará espontaneidad!)

¡Felices escrituras!





jueves, 25 de abril de 2013

Encuentro del 22 de abril

Comenzamos repartiendo el material de Idea Vilariño, poeta a la que leeremos en 15 días, ¡así que a no faltar el próximo lunes 6 de mayo!

Luego comenzamos con el análisis de los textos. Con "Mozo, café para cuatro" no acordé con el resto de las talleristas, ya que me gustó mucho su ritmo,  lo leo en tiempo de 2x4 y me seduce ese in crescendo de imágenes,  enumeraciones y ritmo de bandoneón. Será decisión de Orlando entonces si lo hace "más prolijo" o lo deja así.
Con el texto de Silvia, "De cara al invierno", sucedió algo muy curioso y es que resultó muy marosiano. Es decir, su escritura es muy similar a la de Marosa Di Giorgo, poeta que analizaremos en breve en el taller y que su autora declara desconocer por completo. ¿Cosas del inconsciente colectivo?
Pero el parecido es innegable en atmósfera onírica, simbólica, en exuberancia, en un erotismo velado e inquietante, en imágenes de infancia y adolescencia ¡e incluso en su estructura, a medio camino entre prosa y poesía!
Otro tanto pasó con el texto de Nélida, escrito en diciembre del año pasado y que me permití leer en clave onettiana, por la cantidad de recursos similares al escritor uruguayo que ella usó. Tampoco lo había leído hasta que lo hicimos aquí el pasado mes.
Maravillas del taller...
Por último, y después de un café que sabíamos que íbamos a necesitar, nos sumergimos en el texto de Inés y quedamos "Atrapados" en él, ya que logró con maestría utilizar los recursos más difíciles de Onetti y seducirnos con su prosa. De todas maneras le pedimos que agregue algunos pequeños indicios que clarifiquen un par de cuestiones porque ¡para eso están los talleres, para pedir más y más! Igual que a Nélida, que le sugerí, ahora que los conoce conscientemente, que intensificara los recursos onettianos de su texto ¡de diciembre!
Y para nuestro próximo encuentro:
- "Enredados", de Nélida
- "La mesa y la luz", de Orlando
- Las cartas entregadas de la consigna grupal ("Una carta" y "las cartas")

¡Hasta nuestro próximo encuentro!

miércoles, 17 de abril de 2013

Encuentro del 15 de abril

Nos demoramos para empezar esperando a Orlando ¡que había dejado un mensaje avisando que no podía llegar! Así que un poco atrasadas comenzamos a analizar los textos que nos convocaban: "El engaño", de Inés en el que me interesó particularmente la exposición del texto como trama, el tejido del engaño y el tejido de la narración; luego seguimos con el poema de Silvia que nos remitió al ámbito de la literatura infantil y la invitamos a seguir indagando en esta nueva paleta.
Después de un brevísimo café, ¡pudimos trabajar con una consigna in situ! Primero cada tallerista debía escribir el cuerpo de una carta, luego se lo pasaba al compañero de la izquierda y éste debía agregar el paratexto de la carta: lugar y fecha, destinatario y remitente -tratando de desequilibrar el texto recibido-, luego seguimos con la ronda y el nuevo compañero debía responder la carta recibida como si fuera ese destinatario y finalmente quedó como tarea que el que comenzó la ronda pueda dar una respuesta final al intercambio, pasarla en limpio y traerla para su análisis. ¿Les gustó?
Para el próximo encuentro debemos analizar los siguientes textos:
"Mozo, café para cuatro", de Orlando.
"De cara al invierno", de Silvia.
"A la luz de las estrellas", de Nélida.
"Atrapados", de Inés.

¡Nos vemos  en nuestro próximo encuentro!

martes, 9 de abril de 2013

Encuentro del de abril: Onetti lo presidió desde su cama

¡Ay, Onetti, Onetti! ¡Cuántas te habrán amado y cuántos odiado en la vida! Hoy mis talleristas estuvieron más cerca del rechazo que del embelesamiento, pero tal vez el tiempo -tan hostil en tus textos- haga su trabajo inverso aquí y los encuentre dejándose seducir por tu Santa María, diosbrausen, la desazón existencial de tus personajes y la cadencia de tus frases perfectamente demoledoras.
Sabía que el  encuentro no iba a ser fácil  Los talleristas se demoraban en llegar, se resistían; Onetti nos esperaba y ellos tardaban en llegar. Cuando todos estuvieron listos, se comprobaron mis temores: el uruguayo les había dado trabajo, algunos lo repelían, otros habían revoleado el libro ¡o incluso regalado!,  muy pocos -alguien-  parecían dejarse seducir por cierta cadencia de las palabras, por algo indefinible aún  Pero todos habían hecho el esfuerzo, lo habían leído, más de una vez. Acaso por la sospecha de que por algo estaba en el programa del taller; una muestra de confianza. Así que empezamos.
Como punto de partida, propuse desentrañar la anécdota de La novia robada. Comenzamos a dilucidar que el momento de enunciación del relato partía del velorio de la Moncha y... nos dispersábamos de nuevo: íbamos a  cuestiones gramaticales, al (dis)gusto de su lectura... y sin sospecharlo estábamos siendo onettianos en nuestra lectura.
De a poco, logramos entrever el argumento, los saltos en el tiempo. Alguien habló de la intertextualidad con otros personajes. Otro marcó cierto lirismo. Punto y coma, punto y coma, decían las que aún estaban enojadas con la respiración de sus frases. ¿Y qué pasa con el/los narradores?, aventura una osada. Más piedras, más diamantes.
Me decidid a leer un fragmento, para remarcar el registro oral, con la esperanza de vencer resistencias.
Leí:

"Alguno de nosotros, mientras daba o recibía cartas en el juego del poker, habló del brujo ausente, del solitario aprendiz de brujo. No comentamos porque cuando se trata de poker está prohibido hablar. —Veo.
—No veo. Me voy. —Veo y diez más.
La crónica policial no dijo nada y la columna de chismes de El Liberal no se enteró nunca. Pero todos sabíamos, unidos en la mesa de juego o de bebida que la vasquíta Insaurralde, tan distinta, se encerraba de noche en la botica con Barthé —que tenía encuadrado y a la vista su título de farmacéutico, indudable y muy alto detrás del mostrador— y con el mancebo-manceba que ahora sonreía con distracción a todo el mundo y que era, en los hechos sin base conocida, el dueño de la farmacia. Los tres adentro y sólo quedaba para nuestra curiosidad avejentada, para adivinanzas y calumnias el botón azul sobre la pequeña chapa iluminada: Servicio de urgencia.
Movíamos fichas y naipes, murmurábamos juegos y desafíos, pensábamos sin voz: los tres; dos y uno mira, dos y mira el que dijo estoy servido, me voy, no veo pero siempre mirando. O nuevamente, los tres y las drogas, líquidos o polvos escondidos en la farmacia del propietario confuso, equívoco, intercambiable.
Todo posible, hasta lo físicamente imposible, para nosotros, cuatro viejos rodeando naipes, trampas legitimas, bebidas diversas."

El morbo de Onetti, el propio, el de Santa Marìa, el de todos mis talleristas. Onetti lograba su magia, de a poco mis talleristas se dejaban seducir. Al fin y al cabo, Idea Villariño tampoco supo resistírsele, pero ya nos ocuparemos de ellla el próximo mes.
Y vino García Márquez -y otros-a la evocación de mis talleristas, que buscaban narradores más amables, de los que nos llevan de la mano a través de las páginas  Onetti nos propone otra cosa: la dificultad, la desconfianza, lo fragmentado y el cambio permanente.
Es carta de amor, no es carta de amor; porque no sabemos, escribimos; no decimos porque sabemos... Onetti nos miente, nos descalabra cualquier hipótesis de lectura, nos roba la ilusión: la literatura no nos va a mostrar ninguna verdad, porque ninguna verdad es posible. Pero lo que sí importan son las palabras, porque las palabras son más importantes que los hechos, dice. Y casi estoy de acuerdo.
Pero basta de mis palabras, el que quiere, que se anime, que camine los adoquines de Santa Marìa, que se moje en su río opaco, sucio, ideal. A modo de salvavidas, algunos textos interesantes, críticas, homenajes.
El primero, este video que comenzamos a ver en el taller y que recomiendo calurosamente por estar construido en clave onettiana, haciendo una metaficción impecable:




Y a continuación estos links:
-Un artículo de J. Ludmer acerca de la escritura de Onetti, muy recomendable.
-Una crítica a La novia robada, de Martha Minteguía, interesante
-Otra crítica sobre La novia robada y La muerte y la niña, con link a video con entrevista, imperdible.

Y la consigna: Continuar alguno de los siguientes textos, tratando de usar alguno de los recursos de Onetti: puntos de vista diferentes con cambio de narradores, personajes oscuros, trama existencial, relaciones amorosas frustradas -comencé con los fáciles , saltos en el tiempo, construcción de un lugar ficcional, registro oral, dialògico, intertextualidad con textos propios o ajenos, metaficciòn, etc.

A-La primera carta, la primera fotografía, le llegó al diario entre la medianoche y el cierre...

B-Al atardecer estuve en mangas de camisa, a pesar de la molestia del viento, apoyado en la baranda del hotel, solo...

C- Comprendo, a pesar de ligaduras indecibles e innumerables, que llegó el momento de agradecernos la intimidad de los últimos meses y decirnos adiós. Todas las ventajas serán tuyas...

D- En el primer momento creímos los tres conocer al hombre para siempre, hacia atrás y hacia adelante...

E- Menos mal que la tarde se ha hecho menos fría y a veces el sol, aguado, ilumina las calles y las paredes; porque a esta hora deben estar caminando en Puerto Nuevo, junto al barco o haciendo tiempo de
un muelle a otro, del quiosco de la Prefectura al quiosco de los "sandwiches"...

F- Aurora habló de la historia del país fabuloso la noche en que aceptó subir tarde a la habitación de Grandi a tomar té y cruzó el gran patio de la terraza, dilatado por la luna, para rascar la persiana de la puerta...

G- Casi en el mediodía, el hombre me rociaba de arena, empujando con el pie desnudo. Me volvía, medio dormida, desperezándome a la sombra...


Bitácora personal o pedido de disculpa encubierto: no proponer autores tan caros a mis afectos y una pregunta añeja: ¿debo -o hay- que desterrar la pasión del análisis crítico literario? 
¿Cuál de mis talleristas se animará a contestar y dejará aquí su comentario?