Talleristas 2017
Este año iniciamos dos nuevos grupos, así que cada vez
¡somos más los escribientes!
Este año les abrimos la puerta a nuevos escribientes:
NÉLIDA
--Talleristas 2015--
Fue un año con muchos cambios, idas y vueltas. Siguen firmes junto al cañón:
Silvia, Inés y Nélida.
Culminó su ciclo Gabriela y Belén se tomó año sabático para volar por los aires. Pasaron Emilia, Silvia Valentino, Gabriela, Nancy y Graciela. Se quedó Julieta, que se presenta así:
JULIETA
--Talleristas 2014--
Continúan firmes: Nélida, Inés, Gabriela, Silvia.
Pasó un tiempo con nosotros: Grace
Se incorporó: Belén y así se presenta:
Este año iniciamos dos nuevos grupos, así que cada vez
¡somos más los escribientes!
Grupo de los jueves
MARIANA
Mi nombre es Mariana, claro está, que no fue por propia
elección.
A partir de mis 11 años, la vida dejo de tratarme con cariño, sin embargo
me enseñó de manera proporcional a como me dolió.
Me convirtió en una mujer de grandes pasiones y grandes dolores, razón por
las que abrace, desde siempre, las causas justas a través de la lucha
cotidiana y también de las otras.
La escritura apareció entrelazada con la lectura, desde pequeña leía todo
lo que se interponía en mi camino.
Los libros fueron el refugio a tanta soledad y la escritura la liberación
de ella.
Escribo por intuición y porque sí, no necesito más razones.
A pesar de todo y por todo, seguiré por el gerundio de la vida…viviendo.
BETO
Iba a escribir: Soy Beto Orchosky… pero eso dice
absolutamente nada.
Porque soy mis deseos… especialmente los no cumplidos.
Soy mis ideales… especialmente los derrotados; los
derrotados no vencidos.
Soy mis pasiones… especialmente las que corren a
manantiales, las que no puedo discernir.
Soy el arte que puedo gotear… especialmente el que no
puedo concretar.
Soy mis amores… especialmente los actuales y
correspondidos. Porque soy mis amigos. Porque soy mis hijos. Porque soy la
cópula, el sexo con mi compañera/amiga.
Me hago llamar Beto y Orchosky… que no son mis nombres
documentales… es mi primera rebeldía.
MIRTA
Tengo varias vidas vividas. En una de ellas, en la
temprana adolescencia, descubrí que en los libros había mundos increíbles para
sumergirme a gusto. Me pasaba días enteros leyendo, y el amor por la literatura
creció más y más. Fue mucho tiempo disfrutando y aprendiendo sobre tantas
vidas, grandes y pequeñas historias de lugares lejanos, cuántas maravillas, más
de una vez quise salir corriendo a conocer esos lugares. También escribía
poesía y luego algunos textos.
Dos carreras y otras vidas me fueron separando de esa
pasión. Quedó pendiente el deseo de aprender a escribir de una forma mejor, con
herramientas del lenguaje.
Y por esto me encuentro aquí, en el lugar en donde
quería estar, disfrutando de aprender sobre lo que me conmueve, retomando el
amor por la literatura.
MARCELA
Soy un pedazo de atmósfera.
Un ser simbólico,
construyo con la palabra y la palabra me construye.
Soy el horizonte donde se pierden los barcos.
(Amalgama entre mar y cielo)
Soy unidad, dualidad y trinidad,
lo terrenal y lo trascendente.
En mi son todos los colores, los sonidos y los
silencios.
No sé a qué me dedico, me basta “Ser” en el mundo.
Soy un pedazo de atmósfera.
GRETEL
Fuerte
como lazo de sangre, mi relación con los felinos se remonta a mi llegada al
hogar, cuando fueron unas patas esponjosas apoyadas en el moisés y una cabeza
curiosa de orejas lanudas la que me dio la bienvenida. De mi infancia tengo
instantáneas, frágiles como el papel con el que hacíamos los barriletes con mi
padre, pero de vuelo alto y colorido. De a destellos vuelven, recuerdos de
mesas ratonas y tostadas francesas, carpas hechas de sábanas y sonrisas que
colgaban del paraíso en el patio, los frutos cayendo sobre la tela nos llamaban
a la aventura de imaginar.
La
imaginación era otra hermana, siempre presente en nuestros juegos, y a la hora
de dormir era su voz entrelazada a la mía la que me cerraba los ojos y me
invitaba a seguir soñando. Más tarde, las letras me tomaron de pupila bajo el
ala de mis padres que inculcaron en mí su gusto por la lectura. La corta edad
en la que los conocí no me impidió disfrutar de los terrores que se agazapaban
en los cuentos de Maupassant o de Poe, y maravillarme con la magia del bordado
de sus palabras, capaces de pintarte un mundo para, de un zarpazo, devorarte
con sus finales. Y aún hoy, habiendo pasado tantos años, es a ellos y a muchos
otros de mis escritores favoritos, a los que busco en mis escritos, casi
rogando que un poco de su magia haya caído también en mí.
No sé
si tendré vocación de escritora, pero me aferro a esta tabla, y seguramente lo
haré, hasta el día en que la lapicera se me quede sin tinta.
Grupo de los lunes
Se incorporó LETICIA
Yo soy
Leticia, nací en una fría y lluviosa noche del 21 de Junio de 1942 como
anticipando los reveses y satisfacciones que tendría en la vida. Escribí
desde muy joven y no pude seguir haciéndolo, así que me volqué a la lectura y
en ella encontré un consuelo a mi frustración.
Pasaron los años y un día me dije: “¿No es hora de empezar a hacer
lo que más me gusta?”. Me pareció correcto mi razonamiento y entre
otras cosas recomencé a escribir cuentos cortos y una novela en la que hago
honor a la corta y desdichada vida de mi hermana menor. Ahora que formo parte
de un taller con excelentes compañeros escribientes estoy aprendiendo a darle
un rumbo a mis aspiraciones literarias.
y continúan en lucha amorosa con las palabras:
SILVIA
NÉLIDA
NÉLIDA
INÉS
VALENTÍN
MIRIAM
LAURA
También nos acompañaron un tramo Matías y Giselle, que prometieron volver.
E iniciamos el GRUPO DE LECTURA que está formado por esta alegre pandilla:
Nélida, Valentín, Miriam, Inés. Graciela, Cristina, Nelly, Liliana, Mirta, Carolina y Adriana.
Nélida, Valentín, Miriam, Inés. Graciela, Cristina, Nelly, Liliana, Mirta, Carolina y Adriana.
Talleristas 2016
Este año les abrimos la puerta a nuevos escribientes:
VALENTÍN
Nací en un barrio de casas bajas, de tiempo compartido: compartido el baño, la pileta y el piletón, compartido el patio con macetas, varias, donde gambeteé mi infancia. Nunca llegué a saber si Clementina era la dueña del negocio de corseteria que estaba al frente, en la calle Herrera del barrio de Barracas o era simplemente la encargada de cobrarnos el alquiler a Lola y Lelo, Don Luis y Rosa, José y Avelina y a nosotros. Toda gente de clase media para abajo, mientras que Clementina era de otra clase; tenía piano y una empleada que hacía sus menesteres y los de su hijo adolescente, cuidándole que su piano estuviera siempre limpio y funcionara bien.
Así transcurrió mi infancia y parte de mi adolescencia hasta que llegó la modernidad; la autopista nos pasó por arriba destruyendo casas y desperdigando sus habitantes.
Yo tuve suerte, no nací en un conventillo alumbrado a querosén.
Y aquí estoy, juntando palabras para que Vero las acomode o las destierre.
Nací en un barrio de casas bajas, de tiempo compartido: compartido el baño, la pileta y el piletón, compartido el patio con macetas, varias, donde gambeteé mi infancia. Nunca llegué a saber si Clementina era la dueña del negocio de corseteria que estaba al frente, en la calle Herrera del barrio de Barracas o era simplemente la encargada de cobrarnos el alquiler a Lola y Lelo, Don Luis y Rosa, José y Avelina y a nosotros. Toda gente de clase media para abajo, mientras que Clementina era de otra clase; tenía piano y una empleada que hacía sus menesteres y los de su hijo adolescente, cuidándole que su piano estuviera siempre limpio y funcionara bien.
Así transcurrió mi infancia y parte de mi adolescencia hasta que llegó la modernidad; la autopista nos pasó por arriba destruyendo casas y desperdigando sus habitantes.
Yo tuve suerte, no nací en un conventillo alumbrado a querosén.
Y aquí estoy, juntando palabras para que Vero las acomode o las destierre.
MIRIAM
nunca me había permitido la escritura, excepto en algunos trabajos preparados para mis alumnos.
Una amiga me dijo hace tiempo, que había llegado mi momento de hacer lo que quería y ya no
tanto lo que debía hacer. De estas palabras, pasaron años, pero nunca las olvidé porque fueron
valiosas para mí, eran fruto de mucho cariño. Me lo estoy permitiendo, entré a esta nueva
experiencia, temerosa, expectante y feliz.
MARTÍN
Soy Martín Lobo, papá de dos hermosas e inteligentes
Princesas llamadas Milena y Morena y de un Principito hermoso e inteligente que
se llama Santino; ser padre no se puede explicar con las palabras, hay que
vivirlo. ¿La foto? Es mi esencia, tres bibliotecas y ésta es mi favorita, hay
libros de lo que se te ocurra, desde arte en sus varias expresiones (música,
dibujo, pintura, fotografía, cocina casera y gourmet, literatura universal y de
autores casi anónimos, etc.) metafísica, liderazgo, psicología, historia,
ciencias de la salud, política, civilizaciones antiguas, informática, etc. Amo
las películas de comedia romántica, de ciencia ficción, algo de acción. Según
mis amistades y gente conocida, soy “chapado
a la antigua”, porque creo en el amor verdadero, que es para siempre y en
su fidelidad, en el romanticismo, valoro la palabra, la confianza, cero
violencias en todas sus manifestaciones. Amo la lluvia, las tardes monocromáticas, el mar y las sierras, las
explosiones de colores que brinda la vida y el clima. Al contrario del
imaginario social, me encantan las mujeres que hablan, hablan, hablan y hablan,
es lo mejor que le puede pasar al hombre. Me encanta, recorrer el camino con
diferentes elementos, colores dispares, diferentes sabores, distintas
experiencias… En el camino de la vida, fui acopiando mis escritos, basados en
la realidad hasta la imaginación, con el tiempo, algunos poemas se escapaban de
mi celoso cuidado y terminaban en las manos de personas muy queridas y algunas
sin saber su apellido que, al leerlos, devolvían palabras armoniosas que mi
corazón los recibía como mimos acompañado de música a base de piano, entonces llegó
el momento de plasmar tooooodo lo que hay en mi cabeza y porque no, en cuerpo y
alma, pero sentía que sin herramientas técnicas, no podía ingresar al mundo del
libro, por algo mi frase de autor y original… Mi estilo no es la obsecuencia, luego de
un corto recorrido en la búsqueda, descubrí este hermoso equipo de trabajo, gracias
a la recorrida por Poe, descubrí que las sombras, el lado oscuro también me
siento cómodo, ojo, para escribir. ¡Expresa tus pensamientos, expresa tus
sentimientos! ¡Cierra los ojos, sueña! Soñar es divino, hazlo sin límites,
proyecta para alcanzarlos ¿Frase trillada? Tal vez, solo sé que, si no lo
haces, no estás vivo.
LAURA
Soy Laura y desde la adolescencia, donde el lápiz y el papel son refugio de nuestras penas, amores no correspondidos, o monstruos que alimentamos por años, siento que al fin se abre el telón y los presentamos. Pienso que escribir me ayuda a liberar emociones y a debilitar mis miedos. A recorrer caminos que nunca me atreví y a descubrir la generosidad de mis compañeros. Y después de tantas corridas, tantos años de trabajo y engaños sufridos, comenzar el lunes con una sonrisa sabiendo que a la tarde nos esperan en el taller para compartir sus textos, sin duda es un buen comienzo.
y siguen firmes junto al teclado:
y siguen firmes junto al teclado:
INÉS
Biografía no autorizada
Nací un diez de setiembre hace muchas décadas, demasiado
tiempo para seguir recordando y mucho más aún para seguir esperando…qué.
La hora no importa, solo se puede destacar que mi signo no
estaba en muy buena relación con los astros en ese lejano día, porque muy
pronto, con muy pocos años en este mundo, un asteroide cayó y asoló mi
existencia.
Transcurrí la vida juntando trizas y armando rompecabezas
para saber eternamente en otro setiembre cualquiera que siempre va a faltar una
pieza.
Comencé a leer desde muy pequeña, seguí sin detenerme nunca,
a veces de manera compulsiva, otras buscando refugio, pero siempre los libros
fueron mi ancla y mi motivo.
La bohemia, allá por los setenta, el mirar a los costados,
arriba y abajo, el vagabundear por la Avenida Corrientes, el miedo que no es el
mismo, todo eso habría de marcarme y nunca pudo irse del pensamiento, porque en
definitiva esa época la viví intensamente como nunca
Digo todo esto desde lo más recóndito de mis alegrías,
penas, logros, fracasos, muriendo para vivir y volviendo a morir, y entonces;
todo se iluminó.
La luz la trajeron mis hijos y antes de que se apagara
comencé a escribir sin saber hacerlo, y voy ahora por el camino pariendo textos
oscuros.
También quise pintar y las imágenes pugnaron por quedarse
antes de que sea noche. Los pinceles atropellan, mis fantasmas emergen de las
telas, descanso, vuelo, me ahogo y otra vez están aullando los espectros,
mientras en esta guerra perdida, pongo mi firma al pie.
Sí, saberse rehén de una historia lleva paso a paso, día a
día, a una tumba llena de secretos, de ausencias, del no poder gritar, del no
poder hablar, de mucho frío y yo diría hasta la falta de ese alguien que cierre
la puerta al final.
NÉLIDA
Hace cinco años que estoy transitando este taller y siento
necesidad de volver a presentarme, porque ya no soy la misma.
Grandes cambios en el transcurso de este tiempo han operado
en mi vida y me veo involucrada en ellos.
Esta escribiente ha renacido. Está decidida a seguir en el
camino de las letras, ya que en la palabra encuentra su sanación. Si esto se
llama transmutar, este es mi sendero.
Siento la necesidad de redescubrirme en cada escrito y en
cada autor que voy conociendo.
Soy una caminante que desea evolucionar y aprender siempre
rodeada de afectos, de mi pluma y mis papeles.
SILVIA
SILVIA
--Talleristas 2015--
Fue un año con muchos cambios, idas y vueltas. Siguen firmes junto al cañón:
Silvia, Inés y Nélida.
Culminó su ciclo Gabriela y Belén se tomó año sabático para volar por los aires. Pasaron Emilia, Silvia Valentino, Gabriela, Nancy y Graciela. Se quedó Julieta, que se presenta así:
JULIETA
Me considero incompleta. Siempre quiero más. Quizás sea mi edad: con dieciséis años las ambiciones son infinitas. Necesito parar un poco, pero es imposible. Trato de buscarle más horas a los días, de transformarlos en
eternos.
No hay mucho para contar sobre mí. Mi esencia es indefinida; no poseo un estilo concreto a la hora de escribir. Todo fluctúa dependiendo de mi estado de ánimo.
Me identifico con una simple palabra: insaciable.
La escritura me permite sanar interiormente tras una pérdida, me arranca el dolor y me consuela. Le otorga luminiscencia a mi vida.
El momento que me toca vivir es inasequible, pero las letras lograron lo que creía imposible: hacerme revivir. Por estos motivos, agradezco a la intuición que me permitió tomar una decisión gratificante: sumarme al Taller.
Este espacio me obliga a evolucionar, a superarme, a confiar en mí, a liberarme de las ataduras. Todos los días reverdezco en él a través de las palabras.
--Talleristas 2014--
Continúan firmes: Nélida, Inés, Gabriela, Silvia.
Pasó un tiempo con nosotros: Grace
Se incorporó: Belén y así se presenta:
Me descubrí de pronto teniendo que escribir sobre mí, algunas líneas y el resumen es duro, ni yo me entiendo. Tengo en claro desde siempre que me gusta escribir, de más grande descubrí que viajar es algo casi obligado en mi vida y que en cierto viaje me encontré. Hasta hace poco me preocupaba mucho por los demás, hoy me preocupo pero, más me preocupo por mí.
Aprender a quererme, a cuidarme, a mimarme lo tengo como bandera para poder hacerlo con los demás realmente. No soy una persona que se
pasó la vida admirándose pero si reconozco que crecí mucho en este último tiempo gracias a la mejor terapia que es escribir y que, el taller, me abrió las puertas para ahogarme en este mundo de letras. Siempre defendí los mismos
ideales: La libertad, la equidad y, sobre todo, el amor. Voy a una parroquia,
Acción Católica Santa Teresita, y soy una católica particular, como toda mi
existencia, no acepto nada como viene dado. Creo que ya viví todo lo que
necesitaba vivir y lo que me resta caminar, que esperemos sea más, es solo
para sacarle el jugo al máximo de todas las herramientas que estos veintidós
años me fueron dando. En 2014 mi lema es: Sonreír para recibir sonrisas. Por
el momento viene funcionando. No me puedo quejar de nada, hago lo que
realmente me gusta, estudio algo que me gusta y ser feliz... depende de cada
uno todos los días ¿no?
--Talleristas 2013--
NÉLIDA
una frustrada bailarina y una obligada pianista.
Entré a la adolescencia con una carga de prejuicios que me costó desafiarlos, a pesar de
que encontré un mundo de libertades.
Fui creciendo entre libros, amigos, parejas y luchas políticas. Abracé ideales y valores
que nunca abandoné.
En mi juventud, enarbolé banderas por la libertad y la justicia.
Incursioné en la enseñanza y...
ORLANDO
Yo no recuerdo, ni creo que alguien lo recuerde, pero estoy sobre el planeta desde hace algún tiempo, no sé cuánto, pero eso no es importante. Lo que si importa, son los momentos vividos y lo que nos pasó en la vida. Si se debiera repetir y poder elegirlo, yo elegiría que me pase lo mismo. Nada importante para el mundo pero sí para mí. Mi vida y mis afectos.
GABRIELA
Aparecí en este mundo a las veintidós horas diez del nueve de junio de mil novecientos cincuenta y seis, quince meses después del nacimiento de mi hermana.
Los acontecimientos ocurridos ese día en la
Argentina fueron contados por Rodolfo Walsh en su libro Operación Masacre.
Desde mis seis meses vivo en Barracas. La muy poca
diferencia de edad y la muy grande diferencia de ser con mi hermana, me
hicieron algo difícil el andar; ella ordenada, disciplinada y en general
cumpliendo con las expectativas puestas por los otros en ella; yo, quizás, denunciando
con acciones y disfrazando con risas y sonrisas el displacer.
Mi niñez transcurrió en escuela de monjas,
cosiendo, bordando pero sin poder abrir la puerta para ir a jugar; también
bailando Schumann, Prokofiev y Chopin al son de las piezas ejecutadas al piano
por mi tía en el piso de abajo de mi departamento.
Alcancé la adolescencia y el amor, elegí amigos que
aún conservo, forjé ideales que todavía mueven mis días. Por allí me convertí
en escritora sin saberlo, ya que, mi mamá invadía con su lectura mi diario
íntimo, al descubrir esta situación, escribí en él para ella.
Tuve marchas y contramarchas en la elección de mi
carrera y finalmente concluí el magisterio de dibujo que hace que hoy ame ser
maestra de plástica en escuelas.
Conocí el dolor de la muerte con la pérdida de mi
abuela.
Me enamoré del hombre equivocado, el papá de
Estefanía. La crié sola desde sus dos años y entonces supe crear la
supermujerquetodolopuede... por suerte hoy sé decir no puedo o no quiero.
Un viaje al viejo continente cambió mi vida, volví
encontrando los pozos de la ciudad y descubrí que éstos estaban en mi historia.
La revisé, la mimé y la sané.
En el amor, otro error.
Viví el dolor más grande cuando con una diferencia
en tiempo de seis meses se fueron primero mi papá y después mi mamá.
Terminé el profesorado y estoy concluyendo la
licenciatura en artes visuales con orientación en grabado. Participo en el
taller literario “El Escribiente” y sé que en familia, con amigos, grabando y
escribiendo: allí está la vida.
Grabo, escribo, vivo.
INÉS
Soy Inés, tal vez sea lo único que se realmente, mi nombre. El resto forma parte de mi imaginación.
Nací sin pertenecer a ningún lugar y con una infancia que a fuerza de inventarla ya no duele. Así que obviando raíces, llegué al hoy.
Pero ya que estamos puedo volar una vez mas y decir que...
Nací sin pertenecer a ningún lugar y con una infancia que a fuerza de inventarla ya no duele. Así que obviando raíces, llegué al hoy.
Pero ya que estamos puedo volar una vez mas y decir que...
SILVIA
Me siento
en construcción, en permanente búsqueda, recorriendo senderos que se abren y
bifurcan todo el tiempo.
El amor por
las palabras llegó muy temprano a mi vida, alentada por un padre lector y una
madre que no lo era pero que admiraba a ese hombre, que se sumergía entre sus
libros muchas horas, en silencio.
Mis padres
me regalaron la colección de Monteiro Lobato, un autor brasileño. En ella
conocí y me sentí protagonista de mundos fantásticos; entre esas páginas,
relatadas magistralmente para niños, recorrí matemática, literatura, viajé al
cielo, descubrí la magia de los duendes, de aquél "Saci" que hoy
todavía me acompaña, conocí al Quijote, a una abuela y a sus nietos, Perucho y
Naricita, a Emilia, una muñeca de trapo, mala y parlante y al Vizconde de la
mazorca, fabricado con un marlo.
Creo que en
ese momento supe, aún sin saber, que mi
amor por las palabras y por escribir, sería un camino sin retorno.
Luego, en
la adolescencia, la poesía me atravesó entera, llegaron a mí Lorca, Machado,
Neruda , Alberti,Hesse, Guillén, Don Atahualpa y tantos otros…cuando comencé a
escribir poesía, era como si un agua transparente me limpiara por dentro, era
como si pudiese atrapar mis demonios, acotar mis miedos. Fui una joven rebelde;
en algunos sentidos, sólo por dentro. Todavía me arrepiento de eso.
Sueño,
cometo errores, me equivoqué bastante en la vida pero siento que voy recuperando
mi centro, ese espacio interior,esa especie de refugio que me cobija del
temporal y en la que guardo entre mis tesoros más preciados, mi amor por leer,
por escribir. Me encontré en muchos otros y hermosos seres, pero nunca pude compartir aquellos textos,
escritos casi a oscuras, bien guardados.
Estoy feliz
de haber comenzado este Taller. Pensé que no me atrevería a mostrar esta parte
de mi, pero me he equivocado. Escribir es desnudarse, es alejar máscaras y
ropajes. Se que voy a aprender mucho con mis compañeras y con Verónica. Qué
suerte que mi cueva ya no es un recinto cerrado. Gracias por haberme ayudado
a compartirlo.
VANESA
Que tardó en presentarse y yo aún más en postearla, pero las deudas son sagradas, así que ahí va, según sus palabras:
1-Nací
2-Crecí
3-Me falta reproducirme
4-Voy a morir algún día, seguro.
--Talleristas 2012--
NANCY
NO SÉ SI SOY O ME PAREZCO A LO QUE EN ALGÚN MOMENTO
QUISE SER...
DEBO HABER VENIDO AL MUNDO MUY FELIZ! PORQUE EN
ESE INSTANTE, EN VEZ DE LLORAR CANTÉ...
CAROLINA
A minutos de llamarme Leticia por una publicidad de una marca de fideos del año 1983, recibí, finalmente, ambos nombres de mi partera: Carolina Vanesa. Y sí, en este sentido, me considero afortunada a sabiendas de los nombres que han pasado por la cabeza de los integrantes de mi familia: Juana (como mi madre) Dora (como mi abuela) Hipólita (por cuestiones políticas). Hoy me dicen Car, Caruchis, Carito y, también, China (por mis ojos mongoloides).
Lejos de obedecer cualquier tipo de mandato materno, fui la oveja negra de la familia; esto me hubiera afligido a no ser que ellos siempre fueron Los locos Adams.
Ésta soy. Qué puedo decir…
Seguir leyendo
MABEL
NACÍ EN BARRACAS ERA MAYO,TODAVÍA CUELGA EN MÍ UN ADOQUÍN DE AQUELLAS CALLES QUE FUERON EL NIDO DE MI FAMILIA MATERNA Y PATERNA.
EN EL AÑO DE BOMBARDEOS Y AVIONES RASANTES SOBRE MIS APENAS DÍAS DE VIDA,1955,SE IBA PERÓN Y NACÍA EL PERONISMO.
LOS MANDATOS DE MAMÁ ME DIERON UN MODELO A SEGUIR SUSANITA,PERO CON EL PASAR DEL TIEMPO ENTENDÍ QUE TENÍA DENTRO MÍO MUCHO MÁS DE MAFALDA.
SIGO MI VIDA...CON OJOS QUE TODAVÍA SE ASOMBRAN,OÍDOS PARA ESCUCHAR CONFESIONES SIN JUZGARLAS,MANOS QUE QUIEREN HACER,PIERNAS QUE ME LLEVEN SOLO A LUGARES QUE ME GUSTAN,CUERPO DESCONOCIDO,MENTE YA NO TAN LÚCIDA COMO QUISIERA.
PERO EN UN EJERCICIO DE BALANCE,SIENTO QUE MI DEBE Y HABER ,ESTÁN CASI EMPARDADOS.
INÉS
Soy Inés, tal vez sea lo único que se realmente, mi nombre. El resto forma parte de mi imaginación.
Nací sin pertenecer a ningún lugar y con una infancia que a fuerza de inventarla ya no duele. Así que obviando raíces, llegué al hoy.
Pero ya que estamos puedo volar una vez mas y decir que...
GABRIELA
Aparecí
en este mundo a las veintidós horas diez del nueve de junio de mil
novecientos cincuenta y seis, quince meses después del nacimiento de mi
hermana.
Los acontecimientos ocurridos ese día en la Argentina fueron contados por Rodolfo Walsh en su libro Operación Masacre...Inicié un recorrido por mi yo interior y descubrí a la niña que fui: una estudiante sumisa,
una frustrada bailarina y una obligada pianista.
Entré a la adolescencia con una carga de prejuicios que me costó desafiarlos, a pesar de
que encontré un mundo de libertades.
Fui creciendo entre libros, amigos, parejas y luchas políticas. Abracé ideales y valores
que nunca abandoné.
En mi juventud, enarbolé banderas por la libertad y la justicia.
Incursioné en la enseñanza y...
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SILVIA
Me siento
en construcción, en permanente búsqueda, recorriendo senderos que se abren y
bifurcan todo el tiempo.
El amor por
las palabras llegó muy temprano a mi vida, alentada por un padre lector y una
madre que no lo era pero que admiraba a ese hombre, que se sumergía entre sus
libros muchas horas, en silencio.
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También pasaron por este taller en años anteriores:
Natalia, Cristian y Marcelo.
3 comentarios:
Realmente se las ve a todas muy bellas y muy plenas, en las fotos y en las autobiografías.
¡Un honor ser vuestra coordinadora!
no estoy!buuuuuu.Vane.
¿Y por qué no estás?????? Me acabo de dar cuenta recién!!!!!!! Qué error!!! Mil perdones, ya lo vamos a solucionar!!!
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