Los talleristas

Talleristas 2017

Este año iniciamos dos nuevos grupos, así que cada vez 
¡somos más los escribientes!


Grupo de los jueves

MARIANA

Mi  nombre es Mariana, claro está,  que no fue por propia elección.
A partir de mis 11 años, la vida dejo de tratarme con cariño, sin embargo me enseñó de manera proporcional a como me dolió.
Me convirtió en una mujer de grandes pasiones y grandes dolores, razón por las  que abrace, desde siempre, las causas justas a través de la lucha cotidiana y también de las otras.
La escritura apareció entrelazada con la lectura, desde pequeña leía todo lo que se interponía en mi camino.
Los libros fueron el refugio a tanta soledad y la escritura la liberación de ella.
Escribo por intuición y porque sí, no necesito más razones.
A pesar de todo y por todo, seguiré por el gerundio de la vida…viviendo.

BETO

Iba a escribir: Soy Beto Orchosky… pero eso dice absolutamente nada.
Porque soy mis deseos… especialmente los no cumplidos.
Soy mis ideales… especialmente los derrotados; los derrotados no vencidos.
Soy mis pasiones… especialmente las que corren a manantiales, las que no puedo discernir.
Soy el arte que puedo gotear… especialmente el que no puedo concretar.
Soy mis amores… especialmente los actuales y correspondidos. Porque soy mis amigos. Porque soy mis hijos. Porque soy la cópula, el sexo con mi compañera/amiga.
Me hago llamar Beto y Orchosky… que no son mis nombres documentales… es mi primera rebeldía.

MIRTA

Tengo varias vidas vividas. En una de ellas, en la temprana adolescencia, descubrí que en los libros había mundos increíbles para sumergirme a gusto. Me pasaba días enteros leyendo, y el amor por la literatura creció más y más. Fue mucho tiempo disfrutando y aprendiendo sobre tantas vidas, grandes y pequeñas historias de lugares lejanos, cuántas maravillas, más de una vez quise salir corriendo a conocer esos lugares. También escribía poesía y luego algunos textos.
Dos carreras y otras vidas me fueron separando de esa pasión. Quedó pendiente el deseo de aprender a escribir de una forma mejor, con herramientas del lenguaje.
Y por esto me encuentro aquí, en el lugar en donde quería estar, disfrutando de aprender sobre lo que me conmueve, retomando el amor por la literatura.

MARCELA




Soy un pedazo de atmósfera.
Un ser simbólico,
construyo con la palabra y la palabra me construye.
Soy el horizonte donde se pierden los barcos.
(Amalgama entre mar y cielo)
Soy unidad, dualidad y trinidad,
lo terrenal y lo trascendente.
En mi son todos los colores, los sonidos y los silencios.
No sé a qué me dedico, me basta “Ser” en el mundo.
Soy un pedazo de atmósfera.



GRETEL

Fuerte como lazo de sangre, mi relación con los felinos se remonta a mi llegada al hogar, cuando fueron unas patas esponjosas apoyadas en el moisés y una cabeza curiosa de orejas lanudas la que me dio la bienvenida. De mi infancia tengo instantáneas, frágiles como el papel con el que hacíamos los barriletes con mi padre, pero de vuelo alto y colorido. De a destellos vuelven, recuerdos de mesas ratonas y tostadas francesas, carpas hechas de sábanas y sonrisas que colgaban del paraíso en el patio, los frutos cayendo sobre la tela nos llamaban a la aventura de imaginar.
La imaginación era otra hermana, siempre presente en nuestros juegos, y a la hora de dormir era su voz entrelazada a la mía la que me cerraba los ojos y me invitaba a seguir soñando. Más tarde, las letras me tomaron de pupila bajo el ala de mis padres que inculcaron en mí su gusto por la lectura. La corta edad en la que los conocí no me impidió disfrutar de los terrores que se agazapaban en los cuentos de Maupassant o de Poe, y maravillarme con la magia del bordado de sus palabras, capaces de pintarte un mundo para, de un zarpazo, devorarte con sus finales. Y aún hoy, habiendo pasado tantos años, es a ellos y a muchos otros de mis escritores favoritos, a los que busco en mis escritos, casi rogando que un poco de su magia haya caído también en mí.

No sé si tendré vocación de escritora, pero me aferro a esta tabla, y seguramente lo haré, hasta el día en que la lapicera se me quede sin tinta.

Grupo de los lunes

Se incorporó LETICIA

Yo soy Leticia, nací en una fría y lluviosa noche del 21 de Junio de 1942 como anticipando los reveses y satisfacciones  que tendría en la vida. Escribí desde muy joven y no pude seguir haciéndolo, así que me volqué a la lectura y en ella encontré un consuelo a mi frustración.

Pasaron los años y un día me dije: “¿No es hora de empezar a hacer lo que más me  gusta?”. Me pareció correcto  mi razonamiento y entre otras cosas recomencé a escribir cuentos cortos y una novela en la que hago honor a la corta y desdichada vida de mi hermana menor. Ahora que formo parte de un taller con excelentes compañeros escribientes estoy aprendiendo a darle un rumbo a mis aspiraciones literarias.    

y continúan en lucha amorosa con las palabras:

SILVIA
NÉLIDA
INÉS
VALENTÍN
MIRIAM
LAURA

También nos acompañaron un tramo Matías y Giselle, que prometieron volver.

E iniciamos el GRUPO DE LECTURA que está formado por esta alegre pandilla:

Nélida, Valentín, Miriam, Inés. Graciela, Cristina, Nelly, Liliana, Mirta, Carolina y Adriana.




Talleristas 2016

Este año les abrimos la puerta a nuevos escribientes:

VALENTÍN
Nací en un barrio de casas bajas, de tiempo compartido: compartido el baño, la pileta y el piletón, compartido el patio con macetas, varias, donde gambeteé mi infancia. Nunca llegué a saber si Clementina era la dueña del negocio de corseteria que estaba al frente, en la calle Herrera del barrio de Barracas o era simplemente la encargada de cobrarnos el alquiler a Lola y Lelo, Don Luis y Rosa, José y Avelina y a nosotros. Toda gente de clase media para abajo, mientras que Clementina era de otra clase; tenía piano y una empleada que hacía sus menesteres y los de su hijo adolescente, cuidándole que su piano estuviera siempre limpio y funcionara bien.
Así transcurrió mi infancia y parte de  mi adolescencia hasta que llegó la modernidad; la autopista nos pasó por arriba destruyendo casas y desperdigando sus habitantes.
Yo tuve suerte, no nací en un conventillo alumbrado a querosén.
Y aquí estoy, juntando palabras para que Vero las acomode o las destierre.

MIRIAM
Desde niña fui una ansiosa lectora, llegaban a mí textos de los que no podía separarme, pero
nunca me había permitido la escritura, excepto en algunos trabajos preparados para mis alumnos.
Una amiga me dijo hace tiempo, que había llegado mi momento de hacer lo que quería y ya no
tanto lo que debía hacer. De estas palabras, pasaron años, pero nunca las olvidé porque fueron
valiosas para mí, eran fruto de mucho cariño. Me lo estoy permitiendo, entré a esta nueva
experiencia, temerosa, expectante y feliz.

MARTÍN
Soy Martín Lobo, papá de dos hermosas e inteligentes Princesas llamadas Milena y Morena y de un Principito hermoso e inteligente que se llama Santino; ser padre no se puede explicar con las palabras, hay que vivirlo. ¿La foto? Es mi esencia, tres bibliotecas y ésta es mi favorita, hay libros de lo que se te ocurra, desde arte en sus varias expresiones (música, dibujo, pintura, fotografía, cocina casera y gourmet, literatura universal y de autores casi anónimos, etc.) metafísica, liderazgo, psicología, historia, ciencias de la salud, política, civilizaciones antiguas, informática, etc. Amo las películas de comedia romántica, de ciencia ficción, algo de acción. Según mis amistades y gente conocida, soy “chapado a la antigua”, porque creo en el amor verdadero, que es para siempre y en su fidelidad, en el romanticismo, valoro la palabra, la confianza, cero violencias en todas sus manifestaciones. Amo la lluvia, las tardes monocromáticas, el mar y las sierras, las explosiones de colores que brinda la vida y el clima. Al contrario del imaginario social, me encantan las mujeres que hablan, hablan, hablan y hablan, es lo mejor que le puede pasar al hombre. Me encanta, recorrer el camino con diferentes elementos, colores dispares, diferentes sabores, distintas experiencias… En el camino de la vida, fui acopiando mis escritos, basados en la realidad hasta la imaginación, con el tiempo, algunos poemas se escapaban de mi celoso cuidado y terminaban en las manos de personas muy queridas y algunas sin saber su apellido que, al leerlos, devolvían palabras armoniosas que mi corazón los recibía como mimos acompañado de música a base de piano, entonces llegó el momento de plasmar tooooodo lo que hay en mi cabeza y porque no, en cuerpo y alma, pero sentía que sin herramientas técnicas, no podía ingresar al mundo del libro, por algo mi frase de autor y original… Mi estilo no es la obsecuencia, luego de un corto recorrido en la búsqueda, descubrí este hermoso equipo de trabajo, gracias a la recorrida por Poe, descubrí que las sombras, el lado oscuro también me siento cómodo, ojo, para escribir. ¡Expresa tus pensamientos, expresa tus sentimientos! ¡Cierra los ojos, sueña! Soñar es divino, hazlo sin límites, proyecta para alcanzarlos ¿Frase trillada? Tal vez, solo sé que, si no lo haces, no estás vivo. 

LAURA

Soy Laura y desde la adolescencia, donde el lápiz y el papel son refugio de nuestras penas, amores no correspondidos, o monstruos que alimentamos por años, siento que al fin se abre el telón y los presentamos. Pienso que escribir me ayuda a liberar emociones y a debilitar mis miedos. A recorrer caminos que nunca me atreví y a descubrir la generosidad de mis compañeros. Y después de tantas corridas, tantos años de trabajo y engaños sufridos, comenzar el lunes con una sonrisa sabiendo que a la tarde nos esperan en el taller para compartir sus textos, sin duda es un buen comienzo.







y siguen firmes junto al teclado:

INÉS

Biografía no autorizada
Nací un diez de setiembre hace muchas décadas, demasiado tiempo para seguir recordando y mucho más aún para seguir esperando…qué.
La hora no importa, solo se puede destacar que mi signo no estaba en muy buena relación con los astros en ese lejano día, porque muy pronto, con muy pocos años en este mundo, un asteroide cayó y asoló mi existencia.
Transcurrí la vida juntando trizas y armando rompecabezas para saber eternamente en otro setiembre cualquiera que siempre va a faltar una pieza.
Comencé a leer desde muy pequeña, seguí sin detenerme nunca, a veces de manera compulsiva, otras buscando refugio, pero siempre los libros fueron mi ancla y mi motivo.
La bohemia, allá por los setenta, el mirar a los costados, arriba y abajo, el vagabundear por la Avenida Corrientes, el miedo que no es el mismo, todo eso habría de marcarme y nunca pudo irse del pensamiento, porque en definitiva esa época la viví intensamente como nunca
Digo todo esto desde lo más recóndito de mis alegrías, penas, logros, fracasos, muriendo para vivir y volviendo a morir, y entonces; todo se iluminó.
La luz la trajeron mis hijos y antes de que se apagara comencé a escribir sin saber hacerlo, y voy ahora por el camino pariendo textos oscuros.
También quise pintar y las imágenes pugnaron por quedarse antes de que sea noche. Los pinceles atropellan, mis fantasmas emergen de las telas, descanso, vuelo, me ahogo y otra vez están aullando los espectros, mientras en esta guerra perdida, pongo mi firma al pie.

Sí, saberse rehén de una historia lleva paso a paso, día a día, a una tumba llena de secretos, de ausencias, del no poder gritar, del no poder hablar, de mucho frío y yo diría hasta la falta de ese alguien que cierre la puerta al final.

NÉLIDA

Hace cinco años que estoy transitando este taller y siento necesidad de volver a presentarme, porque ya no soy la misma.
Grandes cambios en el transcurso de este tiempo han operado en mi vida y me veo involucrada en ellos.
Esta escribiente ha renacido. Está decidida a seguir en el camino de las letras, ya que en la palabra encuentra su sanación. Si esto se llama transmutar, este es mi sendero.
Siento la necesidad de redescubrirme en cada escrito y en cada autor que voy conociendo.

Soy una caminante que desea evolucionar y aprender siempre rodeada de afectos, de mi pluma y mis papeles.


SILVIA

--Talleristas 2015--

Fue un año con muchos cambios, idas y vueltas. Siguen firmes junto al cañón: 
Silvia, Inés y Nélida. 
Culminó su ciclo Gabriela y Belén se tomó año sabático para volar por los aires. Pasaron Emilia, Silvia Valentino, Gabriela, Nancy y Graciela. Se quedó Julieta, que se presenta así:

JULIETA


Me considero incompleta. Siempre quiero más. Quizás sea mi edad: con dieciséis años las ambiciones son infinitas. Necesito parar un poco, pero es imposible. Trato de buscarle más horas a los días, de transformarlos en 
eternos. 
No hay mucho para contar sobre mí. Mi esencia es indefinida; no poseo un estilo concreto a la hora de escribir. Todo fluctúa dependiendo de mi estado de ánimo. 
Me identifico con una simple palabra: insaciable. 
La escritura me permite sanar interiormente tras una pérdida, me arranca el dolor y me consuela. Le otorga luminiscencia a mi vida. 
El momento que me toca vivir es inasequible, pero las letras lograron lo que creía imposible: hacerme revivir. Por estos motivos, agradezco a la intuición que me permitió tomar una decisión gratificante: sumarme al Taller.
Este espacio me obliga a evolucionar, a superarme, a confiar en mí, a liberarme de las ataduras. Todos los días reverdezco en él a través de las palabras.


--Talleristas 2014--

Continúan firmes: Nélida, Inés, Gabriela, Silvia.
Pasó un tiempo con nosotros: Grace
Se incorporó: Belén y así se presenta:

Me descubrí de pronto teniendo que escribir sobre mí, algunas líneas y el resumen es duro, ni yo me entiendo. Tengo en claro desde siempre que me gusta escribir, de más grande descubrí que viajar es algo casi obligado en mi vida y que en cierto viaje me encontré. Hasta hace poco me preocupaba mucho por los demás, hoy me preocupo pero, más me preocupo por mí. 
Aprender a quererme, a cuidarme, a mimarme lo tengo como bandera para poder hacerlo con los demás realmente. No soy una persona que se 
pasó la vida admirándose pero si reconozco que crecí mucho en este último tiempo gracias a la mejor terapia que es escribir y que, el taller, me abrió las puertas para ahogarme en este mundo de letras. Siempre defendí los mismos 
ideales: La libertad, la equidad y, sobre todo, el amor. Voy a una parroquia, 
Acción Católica Santa Teresita, y soy una católica particular, como toda mi 
existencia, no acepto nada como viene dado. Creo que ya viví todo lo que 
necesitaba vivir y lo que me resta caminar, que esperemos sea más, es solo 
para sacarle el jugo al máximo de todas las herramientas que estos veintidós 
años me fueron dando. En 2014 mi lema es: Sonreír para recibir sonrisas. Por 
el momento viene funcionando. No me puedo quejar de nada, hago lo que 
realmente me gusta, estudio algo que me gusta y ser feliz... depende de cada 
uno todos los días ¿no?




--Talleristas 2013--


NÉLIDA

Inicié un recorrido por mi yo interior y descubrí a la niña que fui: una estudiante sumisa,
una frustrada bailarina y una obligada pianista.
Entré a la adolescencia con una carga de prejuicios que me costó desafiarlos, a pesar de
que encontré un mundo de libertades.
Fui creciendo entre libros, amigos, parejas y luchas políticas. Abracé ideales y valores
que nunca abandoné.
En mi juventud, enarbolé banderas por la libertad y la justicia.
Incursioné en la enseñanza y...



ORLANDO


Yo no recuerdo, ni creo que alguien lo recuerde, pero estoy sobre el planeta desde hace algún tiempo, no sé cuánto, pero eso no es importante. Lo que si importa, son los momentos vividos y lo que nos pasó en la vida. Si se debiera repetir y poder elegirlo, yo elegiría que me pase lo mismo. Nada importante para el mundo pero sí para mí. Mi vida y mis afectos.

GABRIELA



Aparecí en este mundo a las veintidós horas diez del nueve de junio de mil novecientos cincuenta y seis, quince meses después del nacimiento de mi hermana.
Los acontecimientos ocurridos ese día en la Argentina fueron contados por Rodolfo Walsh en su libro Operación Masacre.
Desde mis seis meses vivo en Barracas. La muy poca diferencia de edad y la muy grande diferencia de ser con mi hermana, me hicieron algo difícil el andar; ella ordenada, disciplinada y en general cumpliendo con las expectativas puestas por los otros en ella; yo, quizás, denunciando con acciones y disfrazando con risas y sonrisas el displacer.
Mi niñez transcurrió en escuela de monjas, cosiendo, bordando pero sin poder abrir la puerta para ir a jugar; también bailando Schumann, Prokofiev y Chopin al son de las piezas ejecutadas al piano por mi tía en el piso de abajo de mi departamento.
Alcancé la adolescencia y el amor, elegí amigos que aún conservo, forjé ideales que todavía mueven mis días. Por allí me convertí en escritora sin saberlo, ya que, mi mamá invadía con su lectura mi diario íntimo, al descubrir esta situación, escribí en él para ella.
Tuve marchas y contramarchas en la elección de mi carrera y finalmente concluí el magisterio de dibujo que hace que hoy ame ser maestra de plástica en escuelas.
Conocí el dolor de la muerte con la pérdida de mi abuela.
Me enamoré del hombre equivocado, el papá de Estefanía. La crié sola desde sus dos años y entonces supe crear la supermujerquetodolopuede... por suerte hoy sé decir no puedo o no quiero.
Un viaje al viejo continente cambió mi vida, volví encontrando los pozos de la ciudad y descubrí que éstos estaban en mi historia. La revisé, la mimé y la sané.
En el amor, otro error.
Viví el dolor más grande cuando con una diferencia en tiempo de seis meses se fueron primero mi papá y después mi mamá.
Terminé el profesorado y estoy concluyendo la licenciatura en artes visuales con orientación en grabado. Participo en el taller literario “El Escribiente” y sé que en familia, con amigos, grabando y escribiendo: allí está la vida.
Grabo, escribo, vivo.

INÉS

Soy Inés, tal vez sea lo único que se realmente, mi nombre. El resto forma parte de mi imaginación.
Nací sin pertenecer a ningún lugar y con una infancia que a fuerza de inventarla ya no duele. Así que obviando raíces, llegué al hoy.
Pero ya que estamos puedo volar una vez mas y decir que...

SILVIA
Me siento en construcción, en permanente búsqueda, recorriendo senderos que se abren y bifurcan todo el tiempo.
El amor por las palabras llegó muy temprano a mi vida, alentada por un padre lector y una madre que no lo era pero que admiraba a ese hombre, que se sumergía entre sus libros muchas horas, en silencio.
Mis padres me regalaron la colección de Monteiro Lobato, un autor brasileño. En ella conocí y me sentí protagonista de mundos fantásticos; entre esas páginas, relatadas magistralmente para niños, recorrí matemática, literatura, viajé al cielo, descubrí la magia de los duendes, de aquél "Saci" que hoy todavía me acompaña, conocí al Quijote, a una abuela y a sus nietos, Perucho y Naricita, a Emilia, una muñeca de trapo, mala y parlante y al Vizconde de la mazorca, fabricado con un marlo.
Creo que en ese momento supe,  aún sin saber, que mi amor por las palabras y por escribir, sería un camino sin retorno.
Luego, en la adolescencia, la poesía me atravesó entera, llegaron a mí Lorca, Machado, Neruda , Alberti,Hesse, Guillén, Don Atahualpa y tantos otros…cuando comencé a escribir poesía, era como si un agua transparente me limpiara por dentro, era como si pudiese atrapar mis demonios, acotar mis miedos. Fui una joven rebelde; en algunos sentidos, sólo por dentro. Todavía me arrepiento de eso.
Sueño, cometo errores, me equivoqué bastante en la vida pero siento que voy recuperando mi centro, ese espacio interior,esa especie de refugio que me cobija del temporal y en la que guardo entre mis tesoros más preciados, mi amor por leer, por escribir. Me encontré en muchos otros y hermosos seres, pero  nunca pude compartir aquellos textos, escritos casi a oscuras, bien guardados.
Estoy feliz de haber comenzado este Taller. Pensé que no me atrevería a mostrar esta parte de mi, pero me he equivocado. Escribir es desnudarse, es alejar máscaras y ropajes. Se que voy a aprender mucho con mis compañeras y con Verónica. Qué suerte que mi cueva ya no es un recinto cerrado. Gracias por haberme ayudado a  compartirlo.

VANESA

Que tardó en presentarse y yo aún más en postearla, pero las deudas son sagradas, así que ahí va, según sus palabras:

1-Nací
2-Crecí
3-Me falta reproducirme
4-Voy a morir algún día, seguro.


--Talleristas 2012--

NANCY


NO SÉ SI SOY O ME PAREZCO A LO QUE EN ALGÚN MOMENTO QUISE SER...
DEBO HABER VENIDO AL MUNDO MUY FELIZ! PORQUE EN ESE INSTANTE, EN VEZ DE LLORAR CANTÉ...






CAROLINA

A minutos de llamarme Leticia por una publicidad de una marca de fideos del año 1983, recibí, finalmente, ambos nombres de mi partera: Carolina Vanesa. Y sí, en este sentido, me considero afortunada a sabiendas de  los nombres que han pasado por la cabeza de los integrantes de mi familia: Juana (como mi madre) Dora (como mi abuela) Hipólita (por cuestiones políticas). Hoy me dicen Car, Caruchis, Carito y, también, China (por mis ojos mongoloides).
 Lejos de obedecer cualquier tipo de mandato materno, fui la oveja negra de la familia; esto me hubiera afligido a no ser que ellos siempre fueron Los locos Adams.
  Ésta soy. Qué puedo decir…  
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MABEL

NACÍ EN BARRACAS ERA MAYO,TODAVÍA CUELGA EN MÍ UN ADOQUÍN DE AQUELLAS CALLES QUE FUERON EL NIDO DE MI FAMILIA MATERNA Y PATERNA.
   EN EL AÑO DE BOMBARDEOS Y AVIONES RASANTES SOBRE MIS APENAS DÍAS DE VIDA,1955,SE IBA PERÓN Y NACÍA EL PERONISMO.
  LOS MANDATOS DE MAMÁ ME DIERON UN MODELO A SEGUIR SUSANITA,PERO CON EL PASAR DEL TIEMPO ENTENDÍ QUE TENÍA DENTRO MÍO MUCHO MÁS DE MAFALDA.
   SIGO MI VIDA...CON OJOS QUE TODAVÍA SE ASOMBRAN,OÍDOS PARA ESCUCHAR CONFESIONES SIN JUZGARLAS,MANOS QUE QUIEREN HACER,PIERNAS QUE ME LLEVEN SOLO A LUGARES QUE ME GUSTAN,CUERPO DESCONOCIDO,MENTE YA NO TAN LÚCIDA COMO QUISIERA.
   PERO EN UN EJERCICIO DE BALANCE,SIENTO QUE MI DEBE Y HABER ,ESTÁN CASI EMPARDADOS.
 

INÉS


Soy Inés, tal vez sea lo único que se realmente, mi nombre. El resto forma parte de mi imaginación.
Nací sin pertenecer a ningún lugar y con una infancia que a fuerza de inventarla ya no duele. Así que obviando raíces, llegué al hoy.
Pero ya que estamos puedo volar una vez mas y decir que...



GABRIELA

Aparecí en este mundo a las veintidós horas diez  del nueve de junio de mil novecientos cincuenta y seis, quince meses después del nacimiento de mi hermana.
Los acontecimientos ocurridos ese día en la Argentina fueron contados por Rodolfo Walsh en su libro Operación Masacre...
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NÉLIDA

Inicié un recorrido por mi yo interior y descubrí a la niña que fui: una estudiante sumisa,
una frustrada bailarina y una obligada pianista.
Entré a la adolescencia con una carga de prejuicios que me costó desafiarlos, a pesar de
que encontré un mundo de libertades.
Fui creciendo entre libros, amigos, parejas y luchas políticas. Abracé ideales y valores
que nunca abandoné.
En mi juventud, enarbolé banderas por la libertad y la justicia.
Incursioné en la enseñanza y...
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SILVIA

Me siento en construcción, en permanente búsqueda, recorriendo senderos que se abren y bifurcan todo el tiempo.
El amor por las palabras llegó muy temprano a mi vida, alentada por un padre lector y una madre que no lo era pero que admiraba a ese hombre, que se sumergía entre sus libros muchas horas, en silencio.

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También pasaron por este taller en años anteriores:
Natalia, Cristian y Marcelo.


3 comentarios:

Sibila de Cumas dijo...

Realmente se las ve a todas muy bellas y muy plenas, en las fotos y en las autobiografías.
¡Un honor ser vuestra coordinadora!

Anónimo dijo...

no estoy!buuuuuu.Vane.

Sibila de Cumas dijo...

¿Y por qué no estás?????? Me acabo de dar cuenta recién!!!!!!! Qué error!!! Mil perdones, ya lo vamos a solucionar!!!