Así nos cuenta Nèlida cómo vivimos el encuentro:
Con el reintegro de Silvia al
taller, comenzamos la charla y los chivos, disfrutando de unos ricos chocolates
traídos por ella de su viaje a Italia.
Nuestro tema del día es “El capote”, de Nikolai Gogol. Este novelista y comediógrafo nos hizo disfrutar con su
cuento. Una historia en la que se conjuga lo real y lo fantástico, donde las
descripciones son riquísimas, los diálogos sencillos y claros y con notorias imágenes
visuales, auditivas y olfativas.
El personaje del capote, Akaki
Akakievich, transmite una inmensa ternura y refleja la pertenencia a una clase
social marginada. Pero a pesar del tono ceremonioso y formal de la obra, lo que
genera es un efecto de lectura ambigua. Tiene ironías y exageraciones, recursos típicos del humor.
Aparecen en la obra recursos de
palabras y digresiones (numerosas aclaraciones en el medio del relato) que no
fueron aceptadas gustosas por todas las compañeras. El capote representa el placer y el despojo del
mismo, sería la muerte o el displacer: “el jugarse o no en la vida”.
Este cuento es fundante de la
literatura rusa, muchos narradores posteriores fueron influidos por él. Dostoievski decía que todos habían salido de debajo del capote de Gógol. Cabe señalar que el escritor partía de
una anécdota real para escribir sus historias y este cuento se basa en la historia de un funcionario que
perdió su fusil, para el cual había ahorrado toda la vida.
RECREO: café, mates, licores y
más chocolates.
Luego, CONSIGNA: escribir un
relato a la manera de Gógol. Se sugiere comenzar desde una anécdota simple
puramente argentina. Se espera que utilicen algunos de sus recursos,
especialmente el de contar en un tono solemne algo gracioso.
Terminamos con la lectura, por
parte de la coordinadora, de un cuento del compositor y director de coros
Santiago Diez Fisher extraído del libro de Angela Pradelli: “El sentido de la
lectura”, en el que reflexiona sobre el ritmo y el tono
de cada texto. Observamos, como todos los momentos se acompañan de cierta
gramática, de silencios que le da el ritmo al texto.
Para la próxima:
Extinto, de Inés
Azhmir, de Silvia (lo mandarà por mail pero el lunes trae
las copias impresas para todos)
Marisoplas, de Grace
También estuvimos hablando un poco de los formalistas rusos, gracias a los cuales la literatura tiene su objeto de estudio y es lo que hace posible que se den estos encuentros y reflexiones sobre los textos. Eichembaum, uno de los padres del formalismo, estudio en detalle este cuento de Gògol, asì como de otros escritores rusos. He aquì algunos llinks para profundizar al respecto:
Artículos de Eichenbaum de la càtedra de Literaturas Eslavas de la UBA
Teoría literaria de varios autores del formalismo ruso: ¡¡¡es la base de todo lo que hablamos en el taller!!!