lunes, 30 de marzo de 2015

Encuentro del 16 de marzo

Hoy tuvimos una tarde movidita. Fue la primera vez en tres años que hubo un altercado entre las talleristas y es que, parafraseando a Jaspers, la literatura es una lucha amorosa.
Todo surgió por una pregunta que nos interpela y que es: ¿Hasta dónde se puede intervenir, al criticar, sobre el texto de un compañero?
La respuesta no es fácil ni univoca porque entran en juego competencias, subjetividades y vìnculos. Pero podemos concordar en que cada tallerista interpela al texto del otro desde sus saberes previos, desde su grado de conocimientos técnicos o teóricos de la literatura, puede hacer una interpretación temática, puede compartir su experiencia particular de lectura con ese texto. Y luego tenemos a cada autor que toma de todo lo dicho lo que puede y lo que decide tomar. Es decir, cada autor tiene el albedrío de jerarquizar las opiniones recibidas, valorizar las que considera más pertinentes a su propio proyecto de escritura o incluso llegar a reconocer que técnicamente sus compañeros tienen razón en alguna observación pero decidir que para ese texto no va a operar ninguna modificación porque ya fue gestado (amado) así. También puede ocurrir que determinadas observaciones, tomemos por caso el uso de los clishès, pueden ser asimiladas varios años después cuando el autor recién advierta los propios o los observe (y le aburran) en textos ajenos.
Entonces, en esta lucha amorosa en la que un compañero quiere conminar al otro a que escriba de determinada manera según su propia idea de la literatura y el autor que defiende con pasión su texto-hijo puede surgir una tensión en la que se juegan, superficialmente, egos y susceptibilidades pero que en el fondo no es más que un acto de amor a las letras.
Habíamos comenzado la tarde haciéndole a Nèlida una devolución de su texto "¿Miedo al agua?", en el que notamos una evidente mejoría respecto de su versión anterior, seguimos con el bautismo en el taller de Silvia V. con su texto "Pequeñas historias de fantasmas".
Luego de un café que aplacó los ánimos, continuamos con "Una conquista", el segundo texto de la serie presentada por Gabriela, en el que ya se comienza a vislumbrar el conflicto narrativo y finalizamos con "Gota tomate", un poema de Silvia que tiene un fuerte anclaje con la foto de un amigo y que aspira a ser el primero de un proyecto de fusión poètica-fotogràfica.
Dado que el próximo lunes serìa feriado, nos despedimos hasta el domingo 29 en el que fuimos convocadas por la editorial Dunken para asistir a la presentación del Libro de los talleres en el que tenemos la alegría de participar.
¡Allá nos vemos!

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