Atravesando la tormenta y la inundación, mis valientes talleristas vinieron para compartir la ceremonia de leer y comentar los textos de sus compañeros. E, incluso, las ausentes comienzan a enviar sus críticas por mail.
Un placer coordinar a personas tan comprometidas y respetuosas de la tarea ajena.
De manera tal que tuvimos una tarde maravillosa leyendo textos y luego estuvimos viendo cómo es la escritura correcta de diálogos.
Como broche de oro, terminamos con la lectura de "Fragmentos de un discurso amoroso", un libro altamente recomendable de Barthes:
"Saber que no se escribe para el otro, saber que esas cosas que voy a escribir, no me harán jamás amar por quien amo,saber que la escritura no compensa nada,no sublima nada, que es precisamente ahí donde no estás: tal es el comienzo de la escritura."
Si van a este link tienen el libro completo (es increíble cómo hoy está todo en Internet)
