domingo, 27 de abril de 2014

Encuentro del 21: Girondo

Así cuenta Gabriela cómo fue nuestro encuentro con Girondito:

Tal como estaba previsto hoy  analizamos a Oliverio Girondo en su última obra “En la masmédula”.
Inició el debate Grace con sus dudas frente a la distribución de los versos en los poemas y ello nos llevó a un mundo de libertad y a transitar los caminos de la poesía visual, el caligrama y la independencia que nos ofrece la poesía.
Predominaron  las sensaciones, de gusto o disgusto, pero allí estaban y en definitiva Oliverio se salió con las de él; la mayoría de nosotras nos olvidamos casi de qué dice y nos embebimos de su manera de contar.
Inés se resistió a esta faceta del autor  y no opinó ni escribió,  Belén mostró un claro desagrado pero poco después Oliverio se introdujo en sus escritos, Nélida, Silvia y yo nos dejamos seducir   con el juego y con los neologismos.
Relacionamos el surrealismo en la literatura y en las artes visuales y sin dudas quien quedó fuera fue la razón, nos apartamos del contenido para darle real presencia a la sonoridad y  al ritmo.
Pausa y ansiados cigarrillos para algunas talleristas, café y delicatessen que hoy abundaron…
De vuelta a las actividades:  a escribir a la manera Oliverio Girondo usando en un 80% neologismos.  Las producciones fueron muy logradas. ¡Grande Girondo!

También escuchamos al autor recitando sus poemas:


Y vimos un fragmento de la película de Subiela, El lado oscuro del corazón, en la que se usan muchos de sus textos (muy recomendable, también la actuación de este joven Grandinetti): 



Nos vemos el próximo lunes con los textos pendientes, hay que traer la consigna de definir los neologismos porque vamos a seguir trabajando con ella en el taller.
Y no se olviden de actualizar las biografías (las que quieran) y traer el material para ver si participamos del Libro de los talleres

1 comentario:

Sibila de Cumas dijo...

Estoy muy contenta, ya que pese a las resistencias iniciales a este texto de vanguardia de Girondo, pudieron abordarlo, se dejaron seducir por la musicalidad, por el significante y sus aglomeraciones, pudieron dejar de lado por un rato el significado.
Creo, que al igual que cuando leímos a Marosa, a Pizarnik o a otros, no será en vano esta lectura y, probablemente, impacte en sus próximas escrituras.
Gracias, Gabriela, por este post; gracias, Oliverio, por enseñarnos, siempre.