miércoles, 23 de septiembre de 2015

Encuentros de agosto

Encuentro del 10 de agosto: bebimos vodka con los rusos

En este encuentro volvimos a caminar por la estepa rusa, junto a mis amados Gogol, Chejov y Tolstoi.
Comenzamos el encuentro con este video musicalizado que nos introdujo en la Perspectiva Nevsky.

A diferencia de la primera vez que analizamos Gogol, esta vez las chicas pudieron percibir ciertos recursos humorísticos como la exageración y la ironía. Nèlida rescató el romanticismo del texto, Inès en cambio solo lo descriptivo porque no le gustó la anécdota del cuento, dice que le pareció muy simple; Silvia le retruca que no lo es, ya que hay un planteo existencial allí. Julieta por su parte sintió abrupto el cambio de una a otra historia dentro del mismo cuento. Sin embargo todas debieron aceptar la maestría del cuento ya que se creyeron la escena del sueño como real. Y allí la chiquita del grupo comentó el parecido de la escena del baile con la de Ana Karenina (y la coordinadora se sintiò conminada a leer urgente ese texto postergado de Tolstoi, ¡ay!, esto de tener talleristas que leen más que uno…)
Cuando nos dedicamos a analizar El ahijado, las chicas confesaron no sentirse tan cómodas con el ambiente fantástico, casi surrealista de la historia; Nèlida prefirió leerlo como una fábula, un cuento para niños. Y aquí analizamos un poco la figura del padre o padrino, tan fuerte para los eslavos que está presente incluso en su lenguaje mediante el uso de los patronìmicos y en la preeminencia que le dan a sus figuras literarias: Puskin el padre de la literatura rusa, del capote de Gogol salieron todos, etc.
Y, si nos quedaba alguna duda de la figura fuerte del padre, entramos en Un padre de familia, analizado contemporáneamente como un caso de violencia familiar, de alcoholismo, de sumisión frente al machismo.

Creo que ni café tomamos tampoco en este encuentro. Le siento, como decían ciertos alumnos míos, gusto a poco a este encuentro. A veces la literatura se nos puede escapar entre los dedos, hoy el ánimo grupal parece haberse congelado en la nieve rusa. Otra vez será.
Para terminar, vemos este video con consejos de Antón Chejov a los escritores:

¡Nos vemos en quince días porque tenemos el feriado en honor a otro padre, el de nuestra Patria!

Encuentro del 24

Comenzamos este encuentro pensando en la Muestra de Fin de Año y barajamos la posibilidad de hacer esta vez un reconocimiento a artistas de Avellaneda, dedicar la muestra a compartirla con ellos. Una fecha posible serìa el 21 de noviembre, en Mirabeles nuevamente. Iremos pensando qué músicos nos podrían acompañar.

En este encuentro analizamos Niño gorrión, de Silvia, en el que destacamos lo social, lo triste…
Continuamos con el texto Vi como el ave… que no pudimos encasillar no en la categoría de relato ni en poesía, pero que rezuma pensamiento existencialista, como en tantos textos de Nèlida.
Finalizamos con el proyecto de novela de Julieta, una idea ambiciosa, que por momentos nos pareció muy adjetivada, pero que tiene buen ritmo y que invitamos a continuar, aunque con máquina podadora en mano.

Encuentro del 31

Comenzamos con el chivo de la presentación del libro de Raquel Fernández, que como pronto nos visitará al taller, quisiéramos acompañar en este evento, Las que podamos, iremos. Luego se presentaron dos posibles integrantes del taller que vienen hoy de visita, Nancy y Graciela, a las que le damos la bienvenida.
Comenzamos con Espejos, un texto corto de Julieta en el que nos sorprendió con su vuelo literario y en el que muestra un clima de soledad y pérdida, virando hacia el final a lo fantástico. Muy interesante y casi una ópera prima.
Continuamos con Inventario, de Silvia, en el que a la manera de Prevert (que dio tantos frutos en el taller) muestra los debe y haber  en el transcurrir de una vida, la del yo lírico; lo vimos poblado de palabras luminosas a pesar de los sinsabores de la vida.
Seguimos con el Inventario de Inés, en el que usó como eje tumbas que se iban incrementando, como siempre no pudo dejar de dolernos y es difícil encontrar la luz allí.
Intentamos terminar un poco menos angustiadas así que analizamos otro texto suyo, pero de su paleta más humorística, Y comerán perdices, en el que narra un matrimonio entre dos mujeres que terminarán siendo las únicas que coman las perdices rechazadas por los aturdidos invitados. Excelente título.

¡Nos vemos la próxima con nuevos textos!

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