Por primera vez en cinco años, al bajar a abrir, ¡¡¡¡estaban
todos los talleristas juntos!!!! (Bueno, casi todos, la cinéfila del grupo
suele llegar cinco o diez minutitos tarde, pero por Fellini o Bergman la
perdonamos). Nèlida, organizada como siempre, ya se llevó las obras de Kartun
para fotocopiar, falta que alguien tome la posta para sacar las entradas para Terrenal,
lo ideal sería ir los primeros días de junio.
Tengo una idea interesante, creo, acerca de cómo armar
nuestro libro, pero por motivos de tiempo, la dejé para comentar al final y
luego ¡Poe nos absorbió!
Así que sin perder ni un minuto más, nos sumergimos en el
texto de Inés, Tras las sombras, ¡y casi
nos ahogamos! Valentín lo definió como “una cosa de locos” y tuvimos que darle
la razón. Vimos problemas con ciertos referentes y con la distinción de la voz
narradora por una equivocación en la persona gramatical usada en algunos
pasajes. Subsanado esto, pudimos desentrañar la anécdota y ahí pudimos
disfrutar un texto muy logrado, a lo Poe. Igual que el norteamericano, Inés logró
darle tono y una unidad de efecto muy definida, con la atmósfera correcta, con
el uso de exclamaciones y un ritmo in
crescendo que atrapa a los lectores y juega con la identificación, plus
aparte la intertextualidad con su propio texto “El loco”, de años anteriores.
Continuamos con Inmigrantes, de Valentín, un poema que describe la vida de los inmigrantes en el
que nos sorprendió por el uso de recursos poéticos variados, con un lenguaje
fluido que invitó a la evocación de otros recuerdos por parte de sus
compañeros. Tal vez la segunda estrofa requiera cierta reelaboración para ponerla
a tono con las otras dos. Lo que nos interesó mucho fue la voz de ese yo poético
que se autoproclama como el único/último que podría rendir el homenaje, una
interesante marca de heroicidad solo posible por la mirada del poeta, último descendiente
con la sensibilidad requerida para hacerlo.
Terminamos con Al frasco, de Silvia, que Nèlida definió como
una oda al frasco, maravillados todos por la cantidad de imágenes que este
objeto suscitó en la poeta, la ternura que transmite con su final y el “derrame
de conocimiento literario”, según dijeron sus compañeros. A mi particularmente,
me pareció uno de los poemas más logrados de Silvia, en el que da cuenta del
manejo de lenguaje poético que ha ido afianzando en estos años. Me gustó mucho.
Después de una breve pausa nos dedicamos a realizar un
contrapunto entre el poema más famoso de Poe, El cuervo, y su texto Filosofía
de la composición en el que realiza una operación obsesiva de desmontaje (como
define Kartun a estas operaciones, para ir adelantándonos) de su texto. Para
ello les preparé un punteo de ese texto que se puede consultar aquí y para los que deseen
consultar el texto original, clickeen aquí.
Como consigna quedò: Siguiendo los pasos enumerados por Poe, como si fuera una receta, escribir un texto, preferentemente en verso, en el que los apliques.
Para la próxima tenemos:
-La anciana enferma, de Miriam
-Hastío, de Laura
-Un texto sin título, de Valentín
-Compañera de un instante, de Martín
-Vara de álamo, de Inés
¡Hasta el lunes que viene!
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