Un grupo que ya camina solo
El pasado lunes hicimos nuestra habitual evaluación de mitad
del año con este grupo que viene muy aceitado, trabajando hace seis años varios
de sus integrantes, desde el año pasado otro tanto y con la reciente incorporación
de Leticia este año. Hay que destacar la apertura para recibir a nuevos
compañeros y lamentamos que no hayan podido continuar Giselle y Matías,
esperamos que pronto puedan reincorporarse.
Es un grupo que funciona muy bien, a pesar de las ausencias
que se hicieron sentir en esta primera etapa del año. En este caso les vuelvo a
pedir a los talleristas que traten, en la medida de lo posible, de enviar sus devoluciones
cuando no pueden concurrir, así sus compañeros no se quedan con la falta de sus
voces.
Todos se mostraron muy movilizados por las lecturas
propuestas para este año, principalmente con Gusmán, que luego de ser resistido
“les partió la cabeza” y generó una catarata de textos muy muy interesantes, influidos por su estilo. También
los que asisten al taller de lectura indicaron cuánto los nutre hacer las dos
actividades en forma complementaria.
Nélida es una de las que se muestra encantada por este
programa de lecturas que considera como un hito en su producción, reconoce
haber escrito poco pero verse mejor en sus textos y agradece el aporte de los
nuevos integrantes. Coincidimos con ella en que sus nuevos textos están mostrando
otra manera de escribir, más sutil, más profunda, más descontracturada. Una nueva Nélida
está naciendo.
Miriam nos sorprende diciendo que no está conforme con ella misma porque se
encuentra muy presionada por otras actividades y problemas domésticos. Sus
compañeros le retrucan que es muy autoexigente y yo que la veo muy cómoda en el
taller y con una considerable producción. Suele ser muy responsable también con
las lecturas y devoluciones así que la instamos a que se relaje más y que continúe
en este camino de evolución constante que presenta sus escritos por animarse a
todas las consignas sin saltearse ninguna. Asimismo le sugiero que tome otros
puntos de partida, no autorreferenciales, para ver qué pasa.
Laura también menciona cuánto le gustaron los textos leídos
y cómo Pessoa la obligó a salir de su zona de confort y el estímulo que siente
para escribir algo distinto a partir de eso. Valoramos las interesantes
lecturas que aporta al grupo con su observación detallista y la instamos a
repensar en serie su producción de personajes “en recorrido”.
Valentín nos recuerda que siempre tuvo a vocación de
escribir y que está aprendiendo a hacerlo más y mejor. Siente que lo nutren
mucho los aportes de sus compañeros. Sigue muy productivo, ahora corrige mucho
y cumple con las consignas al dedillo. Todos coincidimos en cuánto ha
evolucionado su poesía con la incorporación de mayor lirismo y recursos
literarios. Las chicas le agradecen también su aporte desde la masculinidad. Y
él promete acompañarnos mientras la maquina siga tirando. Se ve que se está
contagiando de cierto humor negro.
Leticia reconoce que le gusta mucho estar en el grupo y
lamenta los encuentros que perdió por su neumonía. Dice que Pessoa le hizo daño
pero que también la hizo pensar. Nos contó un poco más de su proyecto de novela
y cómo venir al taller la estimuló para retomarlo. Dice no poder hacer nada por
“culpa” de la novela y la invitamos a que no haga nada y solo escriba la novela.
¡Es un buen momento para ella y tiene que aprovecharlo! Nosotros notamos su
gran energía, cómo empezó con todo el taller y lo cómoda e integrada que se
siente. Agradecemos sus aportes sinceros y nos gustan sus lecturas (y
escrituras) no inocentes.
Inès, para no variar, dice que “está haciendo nada”. Esa
nada a la que nos tiene acostumbrados. Dice que bajó su calidad y que no estuvo
a tono con las lecturas, aunque reconoce que le gustó su texto “Momo y frasco”,
producto de su desagrado por Gusman y Artaud. Los compañeros le dicen que es
una sensación de ella y que disfrutan mucho el humor que despliegan sus últimos
textos. Tal vez esté en un momento de búsqueda interior y hay que permitirse el
“paramo” con la esperanza de que después todo florezca, ya que suele darse de
esa manera el proceso creativo.
Lamentablemente Sivia no pudo venir a la evaluación por su
salud y nos quedamos con las ganas de mostrarle cómo ha tenido una buena producción
esta parte del año (a pesar de sus reiteradas inasistencias) y cuán afinada y
detallista está con sus últimos textos poéticos. Ya verenos si a la vuelta de
las vacaciones podemos recuperar algo de su propia evaluación.
Contentos con la tarea desarrollada hicimos una breve pausa
para el café y
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